¡Holaaaaa! Esta vez voy a saltarme el
orden de las cosas que he ido haciendo desde que llegué aquí porque… Sí, como veis por
el título, ¡hoy cumplo un mes en Estados Unidos! Es increíble de verdad, un mes
ya. Aunque he de decir que hay días en los que pienso “si parece que llevo aquí
años” y otros en los que digo “qué rápido se pasan las semanas, si ya se acaba
el mes”. En fin, os informo un poco:
Respecto a la familia, solo tengo
cosas buenas que decir. Ya os comenté que me aceptaron desde el primer momento
y así sigue siendo. Mi relación con ellos va creciendo cada día y la vergüenza
se va yendo poco a poco. Mis Host Parents se preocupan mucho por mí y me invitan a hacer cosas con ellos. Mis
Host Kids son un amor y, aunque casi todos los días se peleen por tonterías (lo
típico entre hermanos) enseguida se reconcilian. Todas las tardes solemos jugar
a algún juego de mesa (sobre todo el parchís, les ha encantado) y ahora el
pequeño y yo hemos cogido la costumbre de jugar al just dance. También me da las buenas noches antes de irse a dormir y no sabéis la
alegría que me da cuando me dice “I love you”. ¡Si es que no puede ser más mono!
(Sergio, te están haciendo la competencia).
Sobre mi trabajo mejor no puedo estar.
Como los niños ya son grandecillos lo hacen casi todo solos y no tengo
que estar pendiente de ellos a cada minuto. Mi rutina es:
Por la mañana tengo que comprobar que
se hayan vestido, hecho la cama, desayunado y lavado los dientes. Tras
esto, vamos andando al colegio. Luego ya tengo la mañana libre hasta la hora de recogerlos. Al llegar a casa les doy un snack y les digo que
hagan los deberes. Al terminar ven la tele, jugamos a un juego de mesa o,
algunos días, los llevo a las actividades extraescolares.
De tareas de casa lo único que hago es
la colada y las cosas típicas de una convivencia como poner y colocar el lavavajillas
o limpiar la mesa. Lo normal, vamos.
En lo referido al tema de conducir, la
semana pasada comencé a coger el coche. Mi Host Mum me apuntó a dos clases
prácticas y una teórica y ya llevo a los niños sola a las clases de
por la tarde. La verdad es que tenía ganas de conducir (espera Alba, ¿tú,
queriendo conducir? ¿Qué mosca te ha picado?) y eso se debe básicamente a que
aquí necesitas el coche para ir a cualquier lado (sin contar que el coche
automático es mil veces más fácil que el manual).
Respecto al vecindario, ya lo conozco
mucho mejor. La semana pasada fui a la biblioteca, a comprar ropa, a un súper e
incluso monté en un autobús para ir al centro comercial, lo cual fue un
auténtico show.
Por otro lado, he conocido un montón
de au pairs, tanto por mi zona como por Nueva York, y algunas veces quedamos
para tomar un batido, ir al cine o, simplemente, visitar la ciudad.
Sobre los viajes, de momento este mes
me he centrado en conocer mejor la zona en la que vivo y Nueva York. Poco a
poco iré visitando otras ciudades.
Finalmente, en lo referido al idioma,
al principio sentía que no mejoraba nada pero creo que poco a poco se me está
haciendo el oído puesto que entiendo bastante mejor las conversaciones de los
niños (hablan muuuuuy rápido entre ellos). Espero que siga mejorando.
Eso es todo, me parece que no me dejo nada. Este primer
mes ha ido muy bien, ojalá siga así el año.
¡Buenas! Ya sé que estoy a dos días de
cumplir un mes en Estados Unidos pero me apetece contaros cómo fueron
mis primeros días en la familia.
Antes de nada quiero decir que yo no tuve que pasar el período de “adaptación” ya que desde el primer momento me sentí como en casa. Tampoco tuve jet lag y me acostumbré rápidamente a estos horarios.
Y ahora sí, os cuento:
El jueves 1 de septiembre vino mi Host
Mum y mi Host Kid a recogerme al hotel. He de decir que yo no tuve las dudas
que se tienen sobre cómo saludar a la familia ya que la niña vino corriendo a
abrazarme. Luego abracé a la madre y nos fuimos al coche dirección “mi nueva
casa durante un año”.
Por el camino estuvimos hablando sobre
muchas cosas puesto que fueron tres horas de viaje debido al tráfico. Cuando
llegamos a la casa estaban esperándonos los dos niños y la anterior au pair, la
cual iba a quedarse durante mis primeros seis días. Tras abrazarlos a todos los
niños me enseñaron la casa, jugamos un rato al Lego Batman en la X-box, cenamos y me puse a desempacar las maletas.
Los siguientes días fueron un no
parar: el viernes fuimos a la piscina, el sábado a una barbacoa, el domingo a
un teatro en Broadway… yo estaba que no me lo creía, disfruté como una niña
chica.
El martes comenzó mi primer día de
trabajo. Por la mañana llevé a los niños al cole y después tuve la mañana
libre. Cuando terminaron fui a recogerlos y volví a tener la tarde libre,
aunque estuve jugando con ellos. Todo fue genial y muy fácil.
La familia es
encantadora, de verdad. Los niños no paraban de llamarme para que jugase con ellos, la
madre estaba todo el día diciéndome que esta era mi nueva casa, que hiciese lo
que quisiera, que si necesitaba un beso o un abrazo se lo pidiese…
Un aspecto positivo que vi fue que los
niños me aceptaron desde el primer momento. Cuando la primera au pair se fue se
pusieron tristes pero enseguida siguieron conmigo como si nada. Parecía que me
conocían de toda la vida.
El vecindario es precioso, el típico
americano con casas y jardines. Aunque al principio estaba bastante perdida,
poco a poco fui conociéndolo más.
En lo referido a otras au pairs, esa primera
semana no conocía a nadie pero la anterior au pair me dijo que varias de sus
amigas vivían cerca de mi zona y que ya me llamarían para conocernos.
Respecto al inglés es
bastante diferente al que estoy acostumbrada a aprender en España, el
británico. Al principio me costaba entender la mayoría de las conversaciones, sobretodo de
los niños, ya que hablaban muy rápido, pero aquí voy, poco a poco.
Bueno, eso es todo por el momento; creo que
no se me olvida nada. Próximamente volveré con el post sobre mi primer mes en
Estados Unidos.
¡Muchas gracias por leerme y nos vemos
muy pronto en otra entrada!
Helloooo! La entrada de hoy va a ser
laaaarga y es que os tengo que hablar sobre los tres días que duró el Training
School.
Para los que no sepáis de qué hablo,
los que nos venimos de au pair a Estados Unidos tenemos que pasar los cuatro
primeros días en un hotel o universidad asistiendo a un curso donde nos hablan
un poco más sobre algunos aspectos del programa y de la cultura americana. En
mi caso, el Training duró desde el lunes 29 de agosto hasta el jueves 1 de
septiembre, ambos incluidos.
Lunes
Del lunes no voy a hablar nada porque
ya os lo conté en la entrada anterior. Además, como dije, ese día lo tuvimos libre porque las clases no
empezaron hasta el martes.
Martes
Así pues, el martes empezó lo bueno.
El desayuno lo servían desde las 6:30 hasta las 7:45 por lo que mis compañeras
de habitación y yo recibimos a las 6:00 de la mañana una llamada del personal
del hotel a modo de despertador.
Tras ducharme y vestirme bajé a
desayunar. Era buffet libre por lo que pudimos comer todo lo que quisimos.
Una vez tuvimos la barriga llena
fuimos a las clases, que comenzaban a las 8:00, no sin antes coger una sudadera de AuPairCare y un Daily Diary (lo
que es una agenda para el día a día), ya que nos lo regalaban.
Esa primera mañana hablamos sobre las
reglas generales del programa, la función del Area Director, el Au Pair
Handbook y el Daily Diary. A las 10:30 hicimos un descanso de 20 minutos y a
las 12:00 paramos una hora para comer. Las comidas eran también buffet
libre y ese día nos pusieron diferentes tipos de pasta, sopas, ensalada, fruta
y cookies.
Las clases se retomaron a las 13:00 y
continuaron hasta las 16:00, tiempo en el cual hicimos tres grupos (según las
edades de nuestros Host Kids) y hablamos sobre los Milestones.
Al terminar las clases me fui a la
habitación a descansar y hacer Skype. Más tarde bajé a la piscina del hotel con otros dos au
pairs (la mayoría de la gente se fue al tour de Nueva York) y he de decir que
casi morimos congelados debido a la potencia del aire acondicionado. Así es que aguantamos 15 minutos dentro del agua y nos fuimos a duchar.
Al terminar quedamos los tres de
nuevo, curioseamos la tienda de regalos y pedimos una pizza, la cual comimos
tranquilamente en el hall del hotel.
Miércoles
El miércoles tuvimos clase desde las
8:00 hasta las 12:30, con un pequeño descanso a las 11:00. Ese día nos
enseñaron primeros auxilios y para hacerlo de manera más práctica realizamos la reanimación cardiopulmonar a muñecos y bebés.
De 12:30 a 13:45 tuvimos la comida.
Ese día había hamburguesas y helados.
Al terminar retomamos las clases hasta
las 17:00, tarde en la que hablamos sobre qué actividades hacer con los niños y
cómo nos iríamos al día siguiente. También dieron los premios a los tres
mejores Pre - Departure Projects y he de decir el primer y tercer premio se lo
llevaron chicas españolas.
A las 17:30 comenzó otro “tour” por Nueva York (más que tour era desplazamiento, ya que esta vez ibas por libre)
pero yo no lo hice sino que me quedé hablando con mi familia hasta que llegó la
hora de cenar, momento en el cual nos juntamos au pairs de diferentes países
para compartir golosinas de nuestros hogares. Fue una noche tan impresionante y
divertida que no nos queríamos ir a la cama.
Jueves
Último día de Training. Como siempre,
a las 8:00 comenzaron las clases pero ese día duraron solo hasta las 11:00. Estuvimos hablando sobre el homesickness, la conducción en EEUU e hicimos
un Aupingo para recordar todo lo que habíamos aprendido esos cuatro días.
A las 11:00 empezó la hora de comer.
Ese día nos pusieron wraps, patatas y tartas de muchos sabores.
A partir de ahí comenzaron las
despedidas. Cada uno nos fuimos yendo poco a poco dependiendo de la hora a la
que teníamos que coger el avión o nos venían a buscar. A mí la familia me recogió en torno a las 15:00 por lo que fui de
las últimas en irme y pude despedirme de los demás. Fue un momento muy triste
el tener que decir adiós a gente con la que has compartido tanto en tan poco tiempo. Pero aún así, todos seguimos en contacto.
En general el Training ha estado bien. Había veces que las clases se hacían un poco pesadas (también dependía de
la profesora que te tocase) pero no parabas ni un segundo y tenías café y té
gratis que podías tomar cuantas veces quisieras. Además
el ambiente que había era increíble y muy agradable.
Os dejo aquí el vídeo correspondiente
a esos días.
¡Un besazo a todos y espero veros en
la siguiente entrada!
¡Hola a todos! Si en la entrada anterior os conté cómo fue mi vuelo a Estados Unidos en ésta os voy a contar cómo fue mi llegada
a Nueva York y al hotel donde iba a tener lugar el Training School.
El día 29 de agosto aterrizamos en
Nueva York en torno a las 13:30. En total el vuelo duró unas 7 horas, una hora
menos de la que aparecía en el billete.
Al bajar del avión tuvimos que pasar
un control de seguridad. A mí me tocó una mujer “súper simpática” (nótese mi
ironía) que me pidió que le enseñara el pasaporte y la DS-2019. Tras esto me
tomó las huellas dactilares y me hizo una foto.
La verdad es que ese control era muy
rápido, apenas se tardaban 3 minutos, pero ocurrió que retuvieron a la pobre Ana,
la au pair española que se sentó a mi lado en el avión, durante casi una hora.
Nosotros, mientras tanto, la estuvimos esperando en la zona de recogida de
maletas.
Cuando volvimos a estar todos juntos
nos dirigimos a la salida, esperando encontrar a alguien con el típico
cartelito de AuPairCare; pero ¡Oh! ¡Sorpresa! No había nadie. Nadie de la
agencia había aparecido para recogernos, así es que tuvimos que preguntar a una
mujer de Au Pair in América y ella nos indicó lo que debíamos hacer. Al final,
unos 15 o 20 minutos después en los que tuvimos que preguntar a otra señora y
coger un monorraíl llegamos a la salida donde aparecería nuestro autobús.
Una vez fuera vimos que había
muchísimos autobuses. El nuestro era el que llevaba una cookie pintada. Tras
esperar otra media hora por fin algunos au pairs pudimos montarnos en él. Los demás tuvieron que esperar ya que éramos
demasiados y teníamos que hacer turnos. El conductor era bastante borde y
conducía como loco así es que llegamos al hotel en diez minutos.
Al entrar nos dirigimos
hacia una sala donde nos dieron una cookie y nos pusieron un vídeo para saber
los horarios del hotel, las normas, etc.
Al finalizar tuvimos que dejar una
maleta (sólo se puede subir una a la habitación y el “bulto” que lleves), lo
cual cuesta 2$, nos dieron a cada uno la llave de la habitación y un sobre con
un color. Esto lo hacen así para saber quién tiene que coger primero el avión o
quién puede esperar más tiempo. Yo era el color rojo, es decir, el grupo al que
venían a buscar la host family al hotel.
Tras esto me fui a descansar una hora
a la habitación porque a las 18:00 habíamos quedado para ir al mall (centro
comercial). Nota: Si vosotros también queréis ir debéis apuntaros en recepción
puesto que las plazas son limitadas.
Las habitaciones estaban muy bien, había dos camas de matrimonia y una supletoria la cual debemos ir rotando para que nos toque dormir en ella uno de los tres días que nos quedamos en el hotel. Yo
tuve la suerte de que mi compañera estaba a gusto en ella y no quiso rotar así es
que pude dormir los tres días en la de matrimonio.
A las 18:00 pusimos rumbo al mall.
Fuimos en un bus que pone el hotel, el cual era gratuito (aunque había que darle 1$
de propina al conductor tanto al ir como al volver). Allí pasamos unas dos horas
viendo un poco las tiendas y cenando. Yo ese día no tenía mucha hambre así es
que compré un sándwich y un zumo de manzana, el cual sabía a manzana natural,
parecía que estaba comiéndome una de verdad.
Finalmente pusimos rumbo al hotel y nos
fuimos a las habitaciones a descansar.
Os dejo aquí el vídeo de ese día.
¡Muchas gracias por leerme o por verme y espero veros pronto en otra entrada!
¡Holaaaaaaa! ¡Por fin puedo actualizar el blog! Hace dos semanas que vine aquí y estoy que no
paro. Menos mal que los niños ya han empezado el cole y va a estar la cosa más
calmada.
Bueno os cuento, el lunes 29 de agosto
tenía que coger el vuelo rumbo a Nueva York. Salía a las 11:35 por lo que a las
8:15 ya estaba en el aeropuerto. Lo primero que tuve que hacer fue el check-in.
La mujer que me atendió me preguntó que a dónde me dirigía, dónde iba a vivir,
cómo se llamaba la familia, de dónde venía… en fin, un montón de preguntas
facilitas.
Tras esto tuve que pesar mi maleta grande y dejarla en la cinta para
que la entraran en el avión. Pesó 22,5kg, todo perfecto porque el límite eran
23kg.
Una vez hecho esto tuve que despedirme
de mi familia y mi novio (momento muy muy duro) y dirigirme hacia
los controles. Un consejo: si lleváis portátil, mp3, tablet, disco duro o cosas electrónicas ponedlas en un bandeja aparte de vuestro bulto porque sino os harán repetir el control.
Al pasar el arco pitó (como no) por lo que me
cachearon y me tomaron las medidas de los pies.
Finalmente pasé a la zona donde había que esperar para el embarque. Allí me reuní con cuatro au pairs españoles y estuvimos
hablando hasta que llegó la hora de subir al avión.
Nada más llegar a nuestro asiento nos
encontramos con una manta y una almohada para cada uno. Consejo: Llevaos algo
de abrigo porque en el avión va a hacer frío.
También teníamos uno auriculares y
unas pantallas para ver películas, series, juegos, escuchar música… Eso sí, el
español de las películas es el latino y los
subtítulos son sólo en inglés, no hay español.
A la media hora de montar nos trajeron
un aperitivo que consistía en unos mini panecillos de ajo y una bebida.
Pasado otra media hora nos trajeron la
comida. Aquí podías elegir entre pasta rellena de queso y espinacas o pollo con
verduras, todo ello acompañado de cuscús, un panecillo, mantequilla y una
bebida. Yo cogí pasta pero el pollo también estaba muy bueno.
Pasada otra hora nos trajeron el
postre el cual consistió en un helado de fresa y agua.
Finalmente, una hora antes de
aterrizar el avión nos dieron un panecillo con pavo y queso y otra bebida.
La verdad es que la comida estuvo muy
buena y puedes pedirles a los azafatos todas las bebidas que desees, ya que son
gratis.
En sí el vuelo se me hizo muy corto
porque estuve sentada con dos au pairs, Álex y Ana, y fuimos hablando gran parte
del trayecto. También vi una película y jugué a algunos juegos. Tardamos al
final unas 7 horas y media más o menos, en vez de las 8 horas y media que ponía
en el billete. Eso sí, había veces que tenía sensación de mareo o de revoltura.
Y ahora sí, os dejo aquí el motivo por
el que he tardado tanto en actualizar. Me da bastante vergüenza subirlo y soy bastante mala en ello pero quiero que mis seres queridos vean los sitios que voy visitando.
¡Un beso muy grande y espero veros en
otra entrada!
Me llamo Alba, tengo 24 años y soy de España. Actualmente estoy en Nueva York trabajando como au pair. En este blog podréis seguir mi experiencia durante este año y conocer un poco más la cultura americana. Os animo a acompañarme en este viaje y a comentar cualquier duda que tengáis.