¡Holaaaaaaaaa!
Como ya veis por el título, el día 29 de marzo dije adiós a otro mes en Estados
Unidos, aunque debo decir que éste ha sido sin duda mi favorito. Eso se debe a
que Sergio, mi novio, vino a visitarme el día 10 de marzo y estuvimos 9 días
disfrutando de Nueva York. No sabéis lo feliz que estaba por verle de nuevo
después de 6 meses. ¡Fue maravilloso!
Esos días nos
alojamos en un hotel de Queens y estuvimos visitando las principales
atracciones de la ciudad: Times Square, Central Park, Grand Central Terminal,
el museo de historia natural, el MOMA, puente de Brooklyn… Sin olvidarnos de
las tiendas frikis, por supuesto. También subimos al Top of the Rock y al
Empire State y cogimos un ferry hasta la Estatua de la Libertad y Ellis Island.
El domingo
12 vinimos a Seaford para conocer a mi host family y cenar con ellos. Fue una
reunión muy agradable donde los niños le enseñaron todos los legos y juegos de
Xbox que tenían.
El martes
14 hubo una tormenta de nieve que provocó que se suspendieran algunos de nuestros
planes. Aun así, hubo uno que siguió adelante, uno que tenía muchísimas ganas
que Sergio viviera. Estoy hablando de un partido de la NBA en el Madison Square
Garden, New York Knicks vs Indiana Pacers. Él es un seguidor de la NBA por lo
que un partido en directo no podía faltar. ¡Y madre mía con el partido! Mirad
que yo no soy una fanática del baloncesto pero este partido fue una auténtica
pasada. El ambiente que hay en las gradas, las frases que dice la gente para
animar a su equipo, los shows que hay en los descansos… ¡Es todo impresionante!
Nos gustó muchísimo. Además compramos un guante gigante para animar a los
Knicks y unos perritos para comer y parecíamos auténticos americanos.
El jueves
16 fuimos a Broadway para ver el musical “El Fantasma de la Ópera”. Qué decir
de este musical… ¡Espectacular, impresionante, maravilloso, grandioso! Los
efectos especiales eran increíbles, las actuaciones de los actores genialísimas
y las voces de los protagonistas una auténtica pasada. En mi vida había
escuchado nada igual. Me pegó tan fuerte el musical que estuve una semana con
la canción principal en la cabeza.
Por
desgracia el domingo 19 tocó decir adiós y, aunque la despedida fue muy dura,
ésto me ha dado energía y fuerza para terminar mi año au pair.
Siguiendo
con las visitas en Nueva York, el sábado 25 me acerqué con Paloma a un barrio
de Brooklyn llamado Williamsburg. Éste sitio es muy curioso porque en una mitad
viven judíos y en la otra mitad hípsters. La verdad es que nos gustó muchísimo
ya que es algo totalmente diferente a lo que se ve en Manhattan. Además, hay un
mirador precioso con vistas a los rascacielos.
Ese mismo
día entramos en un restaurante español llamado "Despaña" para tomar un pincho de tortilla y una
croqueta de jamón serrano. Madre mía, ¡qué bueno estaba todo! Después de 7
meses pude volver a probar comida española. Qué rica está y cómo se echa de
menos cuando se vive fuera.
Como va
pasando desde hace unos meses, mi relación con los niños va viento en popa. Ya
los conozco tan bien que muchas veces hasta yo misma me sorprendo de ello. Y la
verdad es que me encanta.
¡Espero
veros en otra entrada!