lunes, 27 de marzo de 2017

16:08 Por Alba Sin comentarios Posted in

¡Holaaaaaa! Hoy, por fin, cuatro meses después, voy a hablaros sobre uno de los mejores findes que he vivido aquí en Estados Unidos y el que repetiría una y mil veces.

Todo comenzó cuando Paloma, una amiga de Cáceres y la cual conocí en mi grado de universidad, me dijo si quería pasar el fin de semana en su casa, ya que ella es también au pair y vive en Larchmont, al norte de la ciudad de Nueva York. Así pues, quedamos en vernos el viernes 25 de noviembre sobre las 18:00 por lo que cogí el tren a las 16:00 para llegar a tiempo a su estación, Grand Central, ya que de Seaford a NYC hay una hora de viaje. El problema fue que justo cuando ya estaba en el tren Paloma me dijo que tenía que quedar más tarde porque debía cuidar más tiempo a los niños así es que no podíamos vernos hasta las 20:30. Por lo tanto, ¿qué podía hacer durante esas 3 horas y media? Muy fácil: ¡Ir a ver la obra de teatro de mi actor favorito! Y es que la semana anterior me enteré que Richard Armitage estaba representando “Love love love” en Nueva York hasta mediados de diciembre.

Nada más bajar del tren puse rumbo a la tienda TKTS de Times Square. Para los que no la conozcáis, es una tienda que vende las entradas que no se han vendido ese día al 40 o 50% de descuento.
Al llegar había una cola enorme pero yo tenía que intentarlo, por lo que esperé. Tras 20 o 30 minutos llegué a la taquilla y… ¡conseguí mi entrada! Estaba que no me lo podía creer.


Más feliz que una perdiz puse rumbo al teatro para esperar allí la hora que faltaba hasta que comenzara la función. Cuando quedaban 10 minutos entré en la sala y un señor me dio el playbill (librillo) de la obra. Enseguida las luces se apagaron y comenzó la función. La obra contaba la vida de Richard y su esposa en tres actos: cuando eran jóvenes, cuando estaban casados y cuando sus hijos eran mayores. Fueron las mejores 2 horas y 10 minutos de mi vida, viéndolo actuar desde tan cerca y admirando lo bien que lo hacía.


Cuando la función terminó me reuní con Paloma y estuvimos esperándolo en la puerta del teatro. Tras 15 minutos comenzaron a salir los actores y, afortunadamente, vimos que Richard se paraba para firmar autógrafos. Como buena fan aproveché para sacar fotos y vídeos y cuando cogió mi playbill para firmarlo le dije “you were awesome!” (estuviste increíble), a lo que él me respondió “thaaaaaaaank you so much”. ¡La emoción que sentía era inmensa!





Una vez se fue, Paloma y yo dimos un paseo por la sexta avenida, la cual estaba decorada con luces de navidad, y pusimos rumbo a Burger Joint, una hamburguesería que se encuentra en el hall del hotel “Le Parker Meridien”. Para mi gusto la hamburguesa estaba un pelín seca pero el sabor era muy bueno.

Al terminar fuimos a Grand Central para coger el tren hacia Larchmont ya que al día siguiente nos tocaba un intenso día de compras.


Como habéis podido leer, ese día fue uno de los mejores de mi vida. No sabéis lo ilusionada y emocionada que estaba por haber conocido a mi actor favorito (bueno, os lo podéis imaginar por el vídeo que hay a continuación):



Como siempre, muchas gracias por leerme. Espero que os haya gustado y nos vemos pronto en otra entrada.

sábado, 4 de marzo de 2017

18:39 Por Alba Sin comentarios Posted in

Holaaaaaaa. ¡Ya hemos llegado al ecuador de esta aventura! Madre mía, parece mentira lo rápido que ha pasado el tiempo. ¡Si ahora en vez de ir contando para arriba me va a tocar contar para abajo! Tendré que cambiar el “llevo ya dos meses en EEUU” por “me quedan cinco meses para volver a España”.

Bueno, a lo que vamos: este mes de febrero ha sido muy muy bueno. El primer domingo celebramos la Super Bowl, nombre con el que se conoce al último partido de fútbol americano de la temporada. La verdad es que sentía mucha curiosidad por saber cómo se celebraba porque aquí en Estados Unidos es muy famosa así es que estuve viéndolo con mi host family. Esa noche cenamos “picoteo”, es decir, doritos, patatas, pretzel, mini salchichas, verduras crudas con crema agria… Al terminar de comer, empezamos a ver el partido. La verdad es que fue una buena experiencia y los anuncios que emitieron ese día fueron muy graciosos.



El martes 7 fue un día muy especial para mí porque recibí un paquete de mi familia y mi novio que contenía chucherías españolas, cartas, una tarjeta y 3 pares de pendientes. No sabéis la ilusión que hace recibir algo así cuando estás en otro país. Fue una grandísima sorpresa.


El jueves 9 viví mi primera tormenta de nieve y es que hacía tantísimo viento y nevaba tanto que cerraron hasta los colegios.


¡El sábado 11 de febrero fue mi cumpleaños! Por la mañana hice Skype con mi familia y por la tarde lo celebré con mi host family; primero me dieron los regalos, después cenamos uno de mis platos favoritos (pollo en salsa barbacoa) y, por último, comimos tarta helada. Aunque fue un cumpleaños diferente al resto me alegro de haberlo pasado con los niños.


El domingo 12 fui a Nueva York para celebrar mi cumpleaños de nuevo, esta vez con Paloma. Como era una ocasión especial fuimos a comer al famoso restaurante Ellen’s Stardust Diner. Lo curioso de este sitio es que los camareros son personas que quieren entrar en Broadway y cantan canciones mientras te sirven la comida.
Fue una experiencia increíble que repetiré de seguro. Los camareros cantaban tan bien que aún sigo preguntándome cómo es posible que no tengan ya un papel en algún musical.



Muchísimas gracias por los regalos, Paloma. ¡Me encantaron!
El martes 14 de febrero fue San Valentín y, aunque mi host family no lo celebró especialmente, sí que tuvieron un pequeño detalle conmigo.


Finalmente, estuve de crucero desde el domingo 19 hasta el domingo 26. No fueron mis vacaciones porque fui con mi host mum y los niños y me tocó trabajar pero aun así disfruté muchísimo. Cogimos el barco en New Jersey y nos llevó por Florida y las Bahamas. Estuvimos durante una semana en un barco gigaaaaante, comiendo lo que queríamos y cuando queríamos, disfrutando de las piscinas y de las actividades del crucero. Fue una maravilla, sobretodo el ponerse a leer en una tumbona con vistas al océano. Impresionante.






Este mes quiero destacar en especial mi relación con la niña ya que, aunque era de por sí muy buena, creo que después del crucero nos hemos acercado incluso más. Esto se debe a que hemos pasado mucho tiempo juntas e, incluso, nos quedábamos por las noches hablando en su habitación hasta la hora de dormir.

Últimamente también me he dado cuenta que mi inglés ha mejorado; he aprendido mucho vocabulario, no dejo de hablarlo aunque me equivoque y se me ha hecho mucho el oído. Me acuerdo que al principio me costaba muchísimo entender a mi host family porque hablan muy rápido y el inglés americano es más cerrado que el británico (el cual llevo estudiando toda la vida), pero ahora ya no tengo ningún problema. Por supuesto aún me queda mucho por mejorar pero es emocionante ver que vas haciendo tus progresos.


Por último quiero hablar sobre la extensión. Una vez que has completado tu medio año la agencia te envía un correo preguntándote si quieres extender 6, 9 o 12 meses con tu familia u otra distinta. El único requisito que necesitas para ello es haber obtenido los 6 créditos que te piden.
Aquí es cuando las au pairs tienen un dilema gigante y se preguntan una y otra vez qué deben hacer. Yo, desde el principio lo tenía claro: no voy a extender. Para mí mi experiencia au pair es de un año, un año en el que puedo mejorar mi inglés, viajar y disfrutar de Estados Unidos pero, cuando el tiempo se acabe, quiero volver a mi país, con mi familia y amigos, y trabajar de lo que he estudiado. Así es que en 6 mesecillos estaré de vuelta en España.


Muchas gracias a todos por leer esta entrada. ¡Nos vemos en la próxima!

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